Las cosas por su nombre.

El afán por parecer más listo o darse más importancia ha creado unos tópicos lingüísticos que en la mayoría de casos me duele cuando los oigo, pero casi siempre acabo por sacarles la punta, como a casi todo lo que comento en este blog.
No es que quiera parecer demasiado purista ni dármelas de listo pero hay cosas como adoptar palabras en inglés para parecer más bussinesman o para darle un aire sofistiqué a la ofi que me ponen físicamente malo, malito.
He estado varios años currando en una ofi de este tipo y me he pegado hartones de cobrar en cash, de cumplir deadlines, de darles caña a los borderlines, de pensar en el target cuando hago un diseño o de brainstormings con el jefe, aparte de toda la colección de rapporrts, brieffings, FYI’s ASAPs, PLZ’s para acabar con el mobbing que me decidió a tener mi propia enterprise, de la que soy general manager. Un asco, oyes.
Sobre esto tengo una pequeña anécdota (que posiblemente sea la que me puso en el punto de mira del boss) pero que me reí lo mío.

Este tipo, llamémosle Corbátez, siempre andaba oficina arriba, oficina abajo repitiendo vocablos en inglés o en francés indistintamente, como si del personaje de Edward James Olmos en Blade Runner, Gaff, se tratara. Así que el tio se plantaba en mi despacho diciéndome que «a este packaging le vendría bien un degradé de fondo porque el puntillé lo veía demasiado trendy. recuerda que tratamos con un target bastante conservador, algo demodé» y otras perlas de sabiduría políglota.
Creed que yo estaba convencido de que el hombre sabía idiomas (inglés al menos) hasta el día que un cliente de Florida (USA) le mandó un e-mail y vino a mi despacho con el e-mail impreso diciéndome «Tú-era el nombre de pila más común en esa oficina- tradúceme este e-mail» (por favor era la palabra tabú).
Y claro, liado que andaba uno y sin putas las ganas de ponerse a traducir el correo ajeno, apunté: «Pero tú no sabías inglés?»
A lo que Corbátez respondió en un alarde de ingenuidad impropio de todo hijoputa que se precie: «Sí, pero no tengo tiempo de ponerme a traducir, que me voy en 10 minutos»
Y yo, que debo ser más lerdo de lo que creía para entender los entresijos del alto empresariado, repliqué: «Y eso qué? si sabes inglés con leerlo tienes bastante»

Entonces caí en la cuenta de que Corbátez tenía el mismo nivel de inglés que Paco Martínez Soria y él se dio cuenta de que le estaba tomando el tupé (o pulling his leg como se dice por esos mundos angloparlantes).

Sin necesidad de recurrir a anglicismos, galicismos o germanías, en todo sector profesional hay palabrejas que se dicen por marcar la diferencia entre un profesional y un humilde mortal.
El sector en que me muevo, las artes gráficas es campo abonado para estos casos, hasta el punto que en imprentas y talleres mucha gente ajena al gremio puede sentirse como en Rivendel, pues palabras como «remosquear» «flu» «puntura» «reventado» o «ala de mosca» pueden parecer misteriosas sentencias en élfico.
Es gracioso a la vez que increíblemente pedante el profesional que empieza a soltar tecnicismos ante un cliente o lo que es peor, en sus relaciones sociales, esperando a que su interlocutor empiece a poner cara de asistir a una curso acelerado de cartografía venusiana para entoncer hincharse de satisfacción ante la masterclass que está a punto de darle al pobre ignorante que como puede intenta seguir la conversación.
Porque vamos a ver… ¡¿cómo es posible que un ser que ha cursado como mínimo educación primaria no sabe lo que es un remosqueo?!

Y las siglas! Oh! Las siglas! Toda profesión tecnológica que se precie debe tener una colección de siglas en su mayoría inaccesibles para el lego, que le dan al técnico que las pronuncia un status de moderno criptógrafo, y le dota de un interesante aire de misterio, como si semejante cerebro del siglo XXI fuera capaz de traducir «la divina comedia» a la escritura cuneiforme mientras con la otra mano juega al Tetris.
Invadidos estamos por las siglas… frenamos con ABS nuestro coche GTI, diseñamos páginas web con WISIWIG, le pagamos la conexión a internet a nuestro ISP, en la red nos conocen por nuestra IP y en el mundo por nuestro NIF, el monitor del ordenata se llama PVD, pagamos el PVP con el IVA incluído, facturamos con IRPF… A este paso le pediremos mil duros a la MQNP (madre que nos parió), cobraremos los talones a fin de mes firmados por el CQNE (cabrón que nos explota) y si el talón falla podemos acabar en la PC (puta calle) por no poder pagar el CPC (carísimo piso de los cojones).

Mención aparte merecen también los que sin necesidad de recurrir a ninguna lengua extranjera autolimitan la propia con muletillas (creo que fue Unamuno quien dijo que hay frases hechas que son muletillas para la cojera dialéctica).
Una frase que siempre me ha hecho mucha gracia es «tengo mucha sicología» (sin P) para referirse a ser capaz de saber de la idiosincrasia la gente.
Mucha psicología… ¿qué cantidad de psicología hace falta para llevar la empatía a tal extremo? ¿cómo se mide la psicología? ¿en metros o en galones?
Siendo así, la Paquita del primero debe tener mucho periodismo porque está enterada de todo lo que pasa en la escalera y mi hermano debe tener muchas telecomunicaciones porque una vez me arregló el interfono.

Otra: «Soy una persona que…»
¿En serio? ¿Una persona?
¡Pues no lo hubiera notado si no te viera caminar sobre dos patas!

En fin… son estas maneras de llenar frases simples de palabras inútiles, a ser posible de más de tres sílabas (que son los vestidos de noche de las frases, visten mucho pero dicen poco) y eso, en un país que está a la cola de la UE en comprensión lectora es bastante significativo.

Sin querer rendir demasiada pleitesía a Lázaro Carreter, malos tiempos corren para el castellano. Un idioma que fue tan rico y hoy tiene que verse prostituido entre vocablos de segunda, importaciones hostiles y lenguajes SMS (ya sbis, akllo k acn ls xavals xa n skribr plbrs nteras, n s valln a erniar)

~ por nubus en martes 8 agosto 2006.

6 respuestas to “Las cosas por su nombre.”

  1. xDDDDDD Amazing!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    Que buenisimo, ya me has hecho reir hoy, Nubus….totalmente de acuerdo, de hecho se podría extrapolar hacia otros derroteros, por ejemplo : que fashion que vas con ese abrigo cashmere ribeteado de strass, los ojos con un genial eye liner y lip gloss en la boca, ¡es de lo mas trendy!!!!!
    Me encanta tu blog jajajajajajajaja

  2. m a gustdo mucho tu articulo pro no he entndido bien las palabras en ingl….soy baklta y mi ingls s reduce a tunning y lsd.

    te dejo que tengo que poner el cartel de closed en mi stand,…!!bye!!

  3. Es Wysiwyg… ya sabes. Sólo por joder 😉

  4. ya… iba a poner güisigüic pero lo mismo no se entendía.
    Ya sabes que aquí es bienvenida la gentuza con ganas de joder.

    A to+ x qlo!! xD

  5. Mientras no te pidan La última del «Van Gal» (Van Damme), el «Ton Rhaider Lejend» (Tomb Raider Legend), o la del muñeco ese verde obeso llamado Ñeque (Shrek), vamos wien servidos… XDDD

    Abrazos desde la Crypta Norteña >: )

  6. JUAAAAS! XDDD Ñeque! XDDD

Replica a Perse Cancelar la respuesta